Los caños de Vitoria, esconden secretos

Los caños de Vitoria, esconden secretos

Los caños eran utilizados como letrinas para las viviendas en el Casco Medieval

Hasta la instalación de los baños en las casas, que con la llegada del agua potable y del saneamiento, fueron evolucionando hasta convertirse en un foco de degradación.

En el año 2007, un grupo ecologista, Gaia, presentó al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz una iniciativa para el  embellecimiento de estos espacios. Esta fue acogida favorablemente por el consistorio.  Este asumió las obras necesarios para su recuperación y disfrute por parte de los residentes en esta zona de la ciudad.

Visitar estos rincones históricos

Desconocidos para la mayoría de los vitorianos, supone conocer cómo se vivía en las ciudades cuando en las casas no corría el agua potable.  No la había. Por lo tanto los residuos orgánicos se arrojaban directamente a los caños, que disponían de pozos de agua, aunque ésta no era potable y servía para la limpieza de las casas.

La lluvia arrastraba a las aguas fecales hasta los cantones y desembocaban en el río Zapardiel. Las casas de la ladera oeste y en el río los Molinos las de la ladera este.

De los pozos que había sólo queda con agua el del Caño del Pozo. El resto están embocinados.

Entre los años 1880 y 1900 el agua potable por fin llegó a casi todas las casas del Casco Viejo

A consecuencia de ello se empezaron a instalar váteres con desagües a los caños, que desde 1875, a consecuencia de una epidemia de cólera estaban ya embocinados.

A partir de 1900 los caños se cerraron y empezaron a degradarse. Los residentes del  Casco Viejo arrojaban allí las basuras. Así empezaron a surgir construcciones ilegales ocupando el espacio público de los caños.

Había que tener en cuenta que los patios eran propiedad privada del vecindario. El espacio de los caños eran propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Vitoria.

La sustitución de las puertas de roble por otras de chapa de hierro por otras de chapa de hierro en 1970, además de un adecentamiento, fue la última intervención municipal antes de comenzar  en 2007 la recuperación de los caños y su puesta en valor como un espacio, con plantas naturales y estéticamente agradable para el vecindario, además como un lugar que pudiera servir para diferentes usos.

La oficina de Turismo, en colaboración con Gaia, han iniciado visitas guiadas a los Caños.

 

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